«La Esclava Judía»
- Abby Cabral
- 6 dic 2021
- 4 Min. de lectura
«Nunca dudes de Dios en las tinieblas, de lo que nos ha dado en la luz». Esta interesante frase la podemos ver en el primer libro de la serie La marca del León, Una voz en el viento, la cual nos transporta al primer siglo y nos presenta una joven esclava, la cual se convierte en un personaje inolvidable: Hadasa. Esta, desgarrada por su amor por un atractivo y elegante aristócrata, se aferra a su fe en el Dios viviente por la liberación de las fuerzas de la Roma decadente. Con respecto a la frase anterior, el libro nos enseña cómo a pesar de las dificultades no debemos dudar sino al contrario, debemos prevalecer en el sufrimiento, tal como nos dice Job 2:10 parte b, ¿Qué? ¿Recibiremos de Dios el bien, y el mal no lo recibiremos? En todo esto no pecó Job con sus labios. Así mismo como mencionó Job, debemos estar conscientes de que así como recibimos las bendiciones de nuestro Dios, el nos mandara pruebas las cuales debemos recibir por igual, ya que cuando el manda estas lo hace por que sabe lo que podemos soportar, además el siempre esta ahí para nosotros, solo debemos darle nuestra dependencia, dependiendo completamente de él, esto nos ayuda a enfrentar las dificultades.
Hadasa es el personaje principal de esta historia, a pesar de que los personajes secundarios se destacan mucho. Por lo que eh leido, Hadasa es una esclava judía que tiene como amos a unos romanos muy prestigiosos, los cuales la consideran parte de su familia y le tienen mucho cariño, en especial Julia, la hija de estos, ella es una mujer que se ha casado dos veces, por causa de la muerte de su primer esposo, Claudio. A pesar de eso Julia sigue adelante en compañía de Hadasa, la cual le tiene mucho aprecio y siempre la cuida. Julia ama la compañía de su esclava, ya que está siempre la trato bien, le canta salmos para dormir y la trataba muy dulcemente. Se notaba que Hadasa no lo hace solo por salir de su deber como esclava, sino porque quiere agradar a su Dios en todo lo que hacía.
La trama me recuerda mucho a la de el libro de Daniel, en la biblia, ya que además de orar y depender completamente de Dios, también el vivía de rey en rey, así como Hadasa cambio de amo. Sinceramente amo la semejanza que Hadasa tiene con Daniel en esta historia, ella siempre se tomaba el tiempo para orar en el jardín sin importar lo que le dijeran, aunque sus amos se lo permitían, pues hacía bien su trabajo y de la forma que ellos la veían su trabajo nunca interfirió con su religión. En fin, Hadasa era una joven cristiana, esclava de unos romanos, porque sus padres habían muerto.
«La verdadera belleza es rara, y rara vez reconocida por quien la posee», esta frase me gusto mucho, ya que nos enseña como lo que el mundo pone como belleza es totalmente falso, ya que puedes ser la persona más atractiva del mundo pero estar podrido o podrida por dentro. Este libro nos muestra que la verdadera belleza está en la personalidad, o lo que llamamos el corazón espiritual. Por ejemplo, según algunos Romanos que la veían, Hadasa no era atractiva ni bella, pero como aun así el joven Marcus, el hermano mayor de Julia, tenía sentimientos por ella, aunque él mismo no los comprendía, ya que él estaba acostumbrado a sentirse atraído por mujeres romanas hermosas y según los romanos ella no lo era. Lo que Marcus no sabía es que se había enamorado de su gran corazón no de su físico, y aunque ella no era fea, para los romanos en comparación con una mujer Romana ella no era nada linda. Pero en fin, su gran corazón la hacía tener un atractivo más grande de lo que tenía y ella no era egocéntrica al respecto. Por eso la frase explica que los de verdadera belleza no son conscientes de esta.
Otro tema que me llamó la atención fue el de esta frase, «Llevamos las consecuencias por lo que nos hemos hecho a nosotros mismos, y por el pecado que gobierna este mundo. Jesús perdonó al ladrón, pero no lo bajó de la cruz» . Esta nos habla de dos cosas importantes, la primera es que por culpa de lo que hacemos nosotros y el pecado que gobierna el mundo, llevamos las consecuencias. Ya que Jesus perdonó al ladrón pero no lo bajo de la cruz. Eso quiere decirnos que a pesar de que Dios nos perdone, siempre hay consecuencias por nuestras acciones, ya que cuando pecamos y nos arrepentimos, a pesar de que él nos perdona por nuestro arrepentimiento, como quiera habiamos ya pecado y hecho el daño y el pecado siempre trae consecuencias.
En conclusión, por lo que he leído hasta ahora, este libro me está encantando a pesar de que tiene algunas cosas un poco traumatizantes, le doy un 9/10. Y siempre recuerden esta frase del libro, «Ten fe, ten fe. Cuando no tengas nada más, ten fe». Cuando estemos preocupados tengamos fe en Dios, cuando todo ande de mal en peor, tengamos fe en Dios, cuando no podamos más, tengamos fe en Dios, cuando no tengas nada en absoluto por lo que dar las gracias, tengamos fe en Dios. Porque la fe acompañada de la oración son acciones esenciales para el crecimiento espiritual y la dependencia de la voluntad de Dios.

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